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ERGONOMIA E INGENIERIA DE LA RESILIENCIA

Un artículo muy interesante del colega cubano Ricardo Montero en la revista de MAPFRE
Muy buen análisis, y las relaciones entre Ingeniería de la Resiliencia y Ergonomía muy bien identificadas
Recomendable...

“Todo el mundo sabe lo que es Ergonomía pero no conoce un ergónomo”


Fuente: lexnews
Entrevista a Manuel Lucas Sebastián Cárdenas, Presidente de la Asociación Andaluza de Ergonomía y Psicosociología (ErgoAn). Coordinador del grupo de trabajo de Prevención de Riesgos Laborales de la Sección de Recursos Humanos del Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Occidental.
Manuel LucasEl pasado mes de noviembre, las Asociaciones de Ergonomía reivindicaron una única especialidad para la Psicosociología y la Ergonomía a través de la Declaración de Avilés¿nos podría explicar los motivos de tal reivindicación?
La idea más simple para entender dicha Declaración es retrotraernos a la historia.Psicosociología no es ninguna disciplina, ni siquiera hay estudios como tal en países europeos.
Lo que sí existe es la Ergonomía, y desde su idea latina, desde la ergonomía francófona, ya engloba a la Psicosociología. En la Sección Internacional de Ergonomía se habla de una subdisciplina denominada “Ergonomía organizacional”, que es lo que aquí se contempla como psicosocial.
Unificarlo como una única especialidad, da coherencia al término y aclara que tenemos que tener una visión holística de la actividad humana, aclarando más el concepto y la definición. Yo hablaría sólo de análisis ergonómico del trabajo, que agruparía todo desde un punto de vista más integral.
¿Han recibido discrepancias a esta Declaración?
Más que discrepancias, confusión. El término de Ergonomía ha llegado a España completamente descentrado a diferencia de Portugal, Francia o Bélgica. Eso constituye un primer problema. No se entiende muy bien aún qué es la Ergonomía. En segundo lugar, sí ha habido discrepancias desde los investigadores pero no hay que mezclar la investigación con la profesión del ergónomo.
Partiendo de esa premisa, ¿separar la Psicosociología de la Ergonomía, puede autolimitar al profesional o bien provocar que ambas especialidades profundicen en su área?
En lo académico debe seguir existiendo lo psicosocial, con departamentos de Psicosociología laboral e investigaciones. Pero en el marco profesional, en el análisis de la actividad, hay que tener en cuenta tanto lo físico como lo cognitivo. Una cosa es la parte académica y otra la profesional, donde tenemos que tratar situaciones. No podemos tener investigaciones demasiado sesgadas exclusivamente como por ejemplo en el estrés, que provoca problemas físicos de contracturas. Estamos hablando de un crisol de materias para entender el trabajo, esa la definición de la Ergonomía en sí misma. La Ergonomía es una multidisciplina que utiliza un lenguaje propio y que se nutre de disciplinas madre para dar soluciones concretas.
Ha hecho mención al mundo académico, ¿salen los alumnos preparados en esta materia?
No. Ese es el gran problema. Tenemos muy buenos profesionales e investigadores pero aún estamos creando alumnos muy parcializados a la hora de trabajar. Hay alumnos que llegan hasta un cuestionario tipo ISTAS y ahí se queda porque dice no saber más. Otro sabe de la parte física pero no de la cognitiva. Esto no tiene sentido porque no se aportan las soluciones requeridas. La cuestión no es cómo investigar, sino cómo resuelvo. La idea de la Ergonomía es comprender el trabajo para transformarlo. 
¿De qué trata la “Ergonomía laboral preventiva”?
Me parece muy interesante. Es una forma de acotar términos, de entender que lo que hace un ergónomo dentro de una empresa es Ergonomía laboral desde un punto de vista de la prevención de riesgos. Además, en la empresa, puede haber Ergonomía que no sea preventiva, como es la del diseño. O incluso puede haber una Ergonomía que no sea laboral, como la de un niño que maneja un juguete. Es una forma de decir que hay tipo de ergonomía, la laboral preventiva, pero señalar que hay más marcos. Como ergónomo tengo que tener un conocimiento claro de la Ergonomía y puedo especializarme mucho en un área concreta, son marcos de especialización.
Desde el inicio de la crisis económica, hay publicaciones que hablan de un incremento de los conflictos interpersonales en el entorno laboral, ¿cuál es su opinión al respecto?
En mi caso, hice la primera herramienta que existe a nivel internacional para la prevención del acoso laboral, que es el SATA (Sistema de Análisis Triangular del Acoso Laboral) y que publicaremos, a lo largo de este año o a comienzos del que viene la tercera versión. El problema del acoso es que con la crisis, se merman los recursos y la carga de trabajo recae sobre menos personas. En el trabajo diario podríamos deducir que va a haber más conflictos interpersonales, menos personas van a tener más trabajo y van a competir entre ellas en diferentes situaciones como, por ejemplo ante despidos colectivos. En esta línea, lo que pensamos es que la cuestión del acoso va a caer más en un segundo plano. Va a ser más difícil que alguien denuncie una situación de acoso porque es más fácil que la puedan echar. Por eso el SATA en su tercera versión va a ir en esa línea: en la cadena que va desde el conflicto interpersonal que se va escalando y que puede llegar a convertirse en un acoso, y sobre la violencia externa.
Si tuviera que hacer un pronóstico diría que va a haber más situaciones de conflictos interpersonales y más casos de acoso en Administraciones públicas porque es la situación donde las personas no se pueden ir, donde las organizaciones son menos permeables a cambios, a entender las situaciones personales de los trabajadores, donde los jefes se inhiben más. En grandes empresas o y en este tipo de administraciones es donde vamos a encontrar más situaciones de acoso. En otro tipo de empresas, va a ser mucho más difícil detectarlo. Lo que sí es seguro es que habrá más conflicto interpersonal que es la antesala del acoso.
¿Considera la incipiente inseguridad laboral un riesgo psicosocial propio?
La inseguridad laboral no es un riesgo emergente, de hecho no creo que haya riesgos emergentes. No existen tampoco riesgos psicosociales, existen riegos. Me disgusta hablar de riesgo psicosocial porque puede ser también un riesgo físico o cognitivo. Cuando hablamos de la cuestión de la inseguridad, es un riesgo, eso está claro. Una situación de inseguridad va a provocar muchos daños y de alguna forma tenemos que atajarlo.
¿Conoce si las empresas andaluzas están mitigando estos tipos de riesgos?
Cuando hablamos de empresas tenemos que diferenciar dos modelosUn modelo es muy taylorista, donde los trabajadores son engranajes de una gran maquinaria, con lo cual pueden llegar a tener rozamientos y no importa cambiarlos por otros. En este triste, anticuado y real punto de vista, las empresas no tienen porqué preocuparse de la gente. El otro tipo de empresas son aquellas que se preocupan de sus trabajadores, donde los ven como colaboradores. Son empresas que empiezan a pensar en imagen de marca. Éstas sí se preocupan pero como algo normal. No se trata de prevención de riesgos, sino de gestión de personas y recursosEn Andalucía convivimos con esos dos modelos. Dependerá de hasta qué punto somos capaces de crear una cultura de los empresarios respecto a la gestión de las personas para que escojamos un modelo u otro. Lo que sí es cierto es que con el modelo taylorista nos convertiríamos en India o en China, con formas de trabajo donde no vamos a poder competir. Nuestro sistema de producción no son cadenas de montaje. En el otro tipo de modelo sí podemos competir porque es un espacio que nos es propio.
Muchas grandes empresas tienen un modelo taylorista y publicitan algo que en realidad no es. Hay pequeñas empresas que tienen mucha mejor calidad en el empleo. De hecho el tejido andaluz es en su mayoría empresas pequeñas. ¿Por qué una empresa no puede competir con otra por el hecho de que trata mejor a su gente? Desde ese punto de vista, como empresa, en el cuidado con mis colaborares puedo incluso robarle trabajadores a otra empresa a pesar de pagarles menos, pero yo los cuido más. Además, los colaboradores van a ser más leales, con un mayor compromiso en la empresa.
¿Se sabe evaluar la carga de trabajo?
Hablar de carga de trabajo, es hablar de un compromiso entre lo que tengo que hacer y lo que soy capaz de hacer. En ese interjuego entre mis capacidades y mis objetivos está la carga de trabajo. Hay que valorar cómo un trabajador concreto regula esa actividad para poder afrontar dicho objetivo desde muchos puntos de vistaLa carga de trabajo así es un asunto más descriptivo que métrico. No se trata de aplicar un cuestionario o utilizar un dosímetro, se trata de utilizar todo eso para comprender cómo el trabajador se pone en juego. Más que evaluar la carga de trabajo hay que aprender a comprenderla. Ahora mismo no se comprende. Para dicha comprensión, la mejor estrategia para mí es la triangulación que se define como la utilización de varias técnicas cualitativas y cuantitativas para un mismo objeto. Lo primero y más importante es la observación. Después la verbalización y por último, qué herramientas pones en juego y cuáles utilizas. Al final se trata de como con un todo se puede comprender una situación concreta para dar una solución simple y lo más barata posible.
¿Le falta identidad profesional a la Ergonomía en España?
Evidentemente sí. No tenemos una tradición del ergónomo como profesional, de hecho es difícil encontrar a alguien que se llame a sí mismo ergónomo. Cuando hablamos de Francia, es una tradición que haya ergónomos investigando accidentes, por ejemplo en un accidente de aviación, no como aquí. Tampoco hay una tradición de que haya ergónomos en la rama forense o profesionales que estén haciendo otras ergonomías pero que se llamen ergónomos. En España eso no existe, quizá porque estaba desdibujado en el mapa académico y no caía en nada. No existe una identificación como profesión. Todo el mundo sabe lo que es Ergonomía pero no conoce un ergónomo. La solución a este problema sería en primer lugar, empezar a juntar a la gente que se dedique a la Ergonomía y plantear foros para buscar un reconocimiento. En segundo lugar, hay que divulgar la profesión, el valor social que tiene. La Ergonomía comprende desde en una cooperativa agraria, ver cómo se hace un tractor para que no se caiga, a la sala de control en un aeropuerto. Hay que empezar a crear la profesión de ergónomos, que tenga un lenguaje propio y una identificación clara tanto exterior como interior.
En el caso de Andalucía, ¿está evolucionando la cultura de la prevención?
Desde el punto de vista de la antropología, hablar de cultura es hablar de un sistema pautado de reglas que tengan una coherenciaLa cultura preventiva es una palabra que no me gusta porque se está volviendo una palabra talismán como en su día lo fue “actitud”. Evidentemente está mejorando aunque muy lento. La gente empieza a entender que la seguridad es algo que debe estar ahí, en todo el quehacer. Quizá desde un punto de vista del cumplimiento legislativo y eso puede denotar que no está muy inserto en las profesiones. La cultura de la seguridad se está entendiendo ahora mismo como el tríptico que me da mi empresa, la campaña preventiva, etc., pero que el trabajador opina que en su trabajo real eso es imposible. Es cierto que está llegando a más sitios y la gente entiende más la cultura de la prevención y su sistema de reglas pautadas, pero el problema es que ese discurso de un sistema de reglas que se ponen en juego en una serie de acciones, es más complicado porque necesitaríamos empezar a entender la actividad de cada trabajador. Como hay muy pocos ergónomos, y en sí la Ergonomía no se está introduciendo en casi ninguno de los sectores, conocemos muy poco la actividad real de la gente. Sí conocemos sus tareas, funciones y competencias pero no estamos llegando a la actividad real de las personas en su trabajo. Si llegáramos a eso sí podríamos plantearnos una mejora de la cultura preventiva, sino seguiremos haciendo campañas y papeles que al trabajador le suenan pero no le llegan.
¿Qué papel juega la Asociación Andaluza de Ergonomía en este aspecto?
Ahora estamos en un papel de divulgación a través de grupos como es el caso de Linkedin. Lo que debe favorecer la Asociación es un diálogo de profesionales, un espacio de encuentro. Creo que una Asociación funciona cuando existe tal espacio de diálogo. Tenemos que convertirnos en un actor donde Instituciones, Sindicatos, Administraciones… puedan asesorarse.
¿Hacía dónde va la Ergonomía en España?
La Ergonomía ahora mismo se está atomizando. El gran problema es que quizá en todo este tiempo desde la Ley 31/1995 lo que he ido viendo es que las personas están tomando partido por cuestiones muy concretas. Eso está bien porque nos hace profundizar, llevándonos a muy buenas investigaciones, pero no se pone en juego ese conocimiento perdiendo así la amplitud de miras cuando se ve a un trabajador. Por eso, hacen falta portales temáticos o sitios donde se gestione ese conocimiento sobre el trabajo.
Me gustaría que la Ergonomía fuese desde una concepción del lenguaje propio de los ergónomos, a una recuperación de la propia historia de la Ergonomía en España y sobre todo a empezar incrementar las interacciones entre disciplinas.
Debemos empezar de hablar de Ergonomía y dejar de hablar de las disciplinas madre. Aquí hemos hecho algo mal que es dar nombre a los riesgos: de seguridad, de higiene… y no funciona así la prevención. Los riesgos no tienen nombre, son puntos de vista diferentes. El punto de vista de la Ergonomía es el de la actividad, ya sea en su vertiente física, cognitiva o psicosocial.
Enlaces de interés:

Christophe Dejours en la Superintendencia de Riesgos de Trabajo noviembre de 2012

Cómo traspasar los límites del actual modelo agropecuario


Especialistas de la UNR debatieron cómo congeniar producción con sistemas agroecológicos

Jorgelina Hiba. AGROCLAVE. jhiba@lacapital.com.ar
Nota publicada en el último suplemento Agroclave del diario La Capital. 

El modelo de producción agropecuario pampeano que permitió el boom sojero de la primera década de este siglo empieza a mostrar sus lados débiles, desde diferentes ángulos de análisis. La ecuación atada al paquete cerrado que conforman la siembra directa, la soja transgénica y la utilización del glifosato ya no cierra como antes, tanto desde una mirada estrictamente productivista como —en mucho mayor escala— desde una visión que incluya además elementos sociales y ambientales. Con esta premisa como detonante, la ingeniera agrónoma y docente Silvia Toresani se interrogó sobre los límites del modelo agropecuario nacional durante una jornada de desarrollo sustentable organizada por la facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), a través de la secretaría de extensión universitaria y el área de vinculación con municipios y comunas que depende de esa secretaría.

¿Cómo producimos hoy? “Con un paquete tecnológico cerrado que nos deja como herencia menos nutrientes en el suelo y una mayor desertificación, como consecuencia de la extensión de la frontera agropecuaria”, se respondió. Ante esto, el desafío de los ingenieros agrónomos es lograr conformar sistemas agroecológicos para congeniar producción y sustentabilidad. “Es cada vez más evidente que debemos lograr un equilibrio entre lo social, lo económico y lo ecológico, para tender hacia la seguridad alimentaria”, dijo la docente.

Intenso pero sustentable. Desde una perspectiva global, el aumento persistente en la demanda de alimentos por parte de los grandes países emergentes asiáticos cambió el mapa de la producción de commodities en el mundo. A ese incremento de las compras se sumó una nueva competencia por parte de los biocombustibles, lo que le agregó presión a cultivos que ya no se utilizan sólo para alimentación, sino también para la generación de energía. Argentina, en ese planteo, es uno de los principales actores mundiales y referencia en agricultura intensiva.

Pero según la visión de Toresani, es un error avanzar sólo en un proceso de intensificación de la producción, que si bien resuelve o atiende la necesidad productiva, no engloba las otras dimensiones. “La intensificación de la agricultura, hasta ahora, ha significado una mayor ocupación del suelo y el reemplazo de otros cultivos bajo un enfoque intervencionista, donde los problemas se van solucionando con intervenciones tecnológicas como el riego, los agroquímicos, etc”. Es que el pasaje hacia un enfoque ecosistémico implica un proceso de intensificación ecológica, con preponderancia en la calidad del suelo, un recurso cuya calidad no ha parado de desmejorar durante los últimos años en la región núcleo.

En la región pampeana ya no quedan suelos prístinos, y a partir de cierto nivel de deterioro, ya no alcanza ninguna tecnología ni insumo para mejorar los standard de calidad”, aseguró. En ese punto, la investigadora afirmó que faltan indicadores biológicos respecto a la salud de los suelos, un tipo de “señales tempranas de degradación” que funcionan como mediciones mucho mas sensibles a procesos no deseables que los que se utilizan habitualmente. “Estamos buscando indicadores microbiológicos para el monitoreo de la sustentabilidad de los sistemas”, afirmó. 

Pero además, para Toresani, la elaboración de un índice global de la calidad del suelo debe abarcar indicadores sociales también, “algo que no es tomado en cuenta por el método que hoy utiliza el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), por ejemplo”. “En la gestión agropecuaria no se puede tener sólo en cuenta la productividad, existe una necesidad creciente de involucrar una mirada social, por eso el perfil del ingeniero agrónomo debe estar pensado de manera tal que pueda participar del diseño de políticas públicas que busquen la seguridad alimentaria”.

Mano de obra . Si la agricultura industrial fue el foco del análisis de la jornada, también hubo tiempo para poner en discusión las formas adoptadas por los sistemas ganaderos implantados en el territorio de la provincia de Santa Fe, y su sustentabilidad desde una perspectiva ecosistémica. Ese fue el tema del panel que encabezó Marcelo Larripa, quien analizó el desafío de la sustentabilidad en los sistemas ganaderos del norte santafesino, con el acento puesto en el rol de la mano de obra. Larripa desgranó en primer lugar el escenario en el cual operan estos sistemas, ya que según afirmó la intensificación de la agricultura pampeana llevó a un corrimiento territorial del área ga nadera hacia el noroeste o noreste del país.

Esto, a su vez, provocó una nueva demanda de mano de obra rural en el territorio: “existe una dimensión social y siempre hay que tener en cuenta el ambiente, el entorno. El centro de Santa Fe padece una ausencia de mano de obra calificada ganadera, ya que antes todos trabajaban para el ferrocarril”. “El problema, desde la perspectiva zonal, es la emigración vinculada a la ausencia de oportunidades de trabajo, mientras que para el sistema de producción que se instala, es la falta de personal idóneo que lleva a la incorporación de mano de obra extra-región”, dijo.

Una de las preguntas clave es: ¿cómo hacer una explotación sustentable, en un medio social que ya no lo es? En ese sentido, el investigador afirmó que se trata de una zona donde los pueblos “están desapareciendo”, lo que obliga a “importar” trabajadores desde otras regiones. “Para tender hacia una mayor sustentabilidad, es evidente la importancia que los trabajadores tienen a lo largo del proceso, algo que no se condice con las habituales condiciones de contratación”, subrayó el disertante

La salud mental se pone a prueba todos los días en el mundo laboral


No traicionarse a sí mismo, el mensaje que estuvo en el eje del Segundo Congreso Universitario de Psicología aplicada al trabajo



La apertura, en la Facultad de Ciencias Económicas,
a cargo de Dejours. Foto: Milagros García / Gentileza UBA



Este segundo congreso que trata las problemáticas del mundo laboral y su reflejo en la psicología humana dejó como conclusión, una vez más, cuán importante es el trabajo en la vida de las personas y el sufrimiento que trae aparejado cuando la persona siente que está fuera de lugar o que está haciendo alguna actividad reñida con su propia ética.
Ya en 2012, Christophe Dejours, titular de la cátedra Psicoanálisis-Salud-Trabajo en el Conservatoire National des Arts et Métiers de Francia, había visitado la Argentina, ocasión en que fue nombrado profesor honorario de la UBA. En esa oportunidad habló sobre La centralidad del trabajo y su relación con la salud mental. En esta nueva ponencia, como apertura del segundo congreso organizado por la Cátedra II de Psicología del Trabajo, Dejours fue un poco más allá. "No hay neutralidad en el trabajo respecto de la salud mental", dice este profesor citado recurrentemente durante las diversas exposiciones.
El sufrimiento fue su tema. "El trabajo no es un decorado externo del funcionamiento psíquico individual", comienza. "Hombres y mujeres no están en posiciones idénticas en este sentido porque hay ¿relación?relaciones de dominación, y eso conmociona el funcionamiento psíquico."
Según Dejours, para escalar posiciones algunas mujeres toman una actitud más viril, una actitud de hombre. "Para ellas hay pruebas más exigentes que para los hombres, por lo que se da una pugna entre su identidad sexual y la social. Pierden una parte de su femineidad."
Pero este dejar de ser uno mismo no sólo es un problema femenino. "El sufrimiento ético, es decir, consentir las prácticas impropias para conservar el trabajo, lleva a conflictos familiares, agotamiento, insomnio, pero lo peor es que la persona se traiciona a sí misma."
Otro tema recurrente para él es la evaluación de desempeño, que no llega a la profundidad de quién es cada uno y lo que realmente rinde. "Los métodos de medición son falsos y siempre lo serán. Lo esencial del trabajo es subjetivo, no tangible. Vale el reconocimiento del trabajo y el juicio de los colegas."

DEL SUICIDIO AL CAMBIO

Michelle Aslanides, directora de la especialización en ergonomía de la UTN FRBA, presentó el caso de la reorganización del trabajo de los comerciales de la empresa Telefónica Orange, que era nada menos que la ex France Telecom, compañía que sufrió más de 45 de suicidios por parte de sus trabajadores entre 2008 y 2010. "En determinadas empresas hay factores que son un caldo de cultivo para el sufrimiento derivado de la falta de reconocimiento al trabajador", dice Aslanides. "Las personas sufren porque los valores de la empresa dejan de ser los suyos y se les aplican consignas de trabajo que no concuerdan con su manera de pensar."
Aslanides realizó una auditoría junto a tres colegas francesas a raíz del pedido de un Comité de Higiene, Seguridad y Condiciones de Trabajo formado por delegados de diversos sindicatos, el director regional y sus distintos asesores. "La auditoría que nos pidieron se debía a que se estaba implementando una reorganización del trabajo que, según los delegados, podía traer riesgos para la salud."
"Nosotros demostramos que ese riesgo estaba relacionado con la falta de sentido de las nuevas medidas de organización que llevaría a los trabajadores a brindar un peor servicio y a enfermarse por ese motivo." Se habían puesto en marcha según la ergónoma (especialista en el análisis del trabajo y en el diseño de soluciones a los problemas identificados), quien recopiló más de 350 testimonios, diversos métodos para lograr que los trabajadores se retirasen de la empresa. Uno de ellos era llevar su trabajo dentro de un radio de acción de 300 kilómetros.
"Vimos que se trataba de mobbing, una manera encubierta de despedir que lleva consigo un gran sufrimiento. " Después de la intervención del Ministerio de Trabajo de Francia, en 2009 renunció Didier Lombard, el número dos de la empresa y fue demandado judicialmente por acoso moral.
Dentro de la gran cantidad de especialistas que analizaron diversas temáticas, Patricio Nusshold, doctor en psicodinámica del trabajo, estudió la complicada dinámica laboral de los call centers.

SEGUIR UN GUIÓN

"Hace muchos años que sabemos que la forma en que está organizado el servicio impide que se haga lo que se tiene que hacer", dice Nusshold. Una vez más, el trabajo reñido con la propia ética del empleado conspira contra la salud mental porque "se le pide al trabajador que haga algo que considera que está mal". Es decir, se le fijan metas que están relacionadas no con la lógica del trabajo, sino sólo con la lógica de la productividad.
"Para los trabajadores de call centers, la lógica se transforma en guiones que tienen que repetir y que son grabados. Ellos afirman que si pudieran decir lo que realmente creen, se resolverían mejor los problemas y la empresa tendría mejores resultados."
Finalmente, Daniela Lucena, doctora en Ciencias Sociales, hizo un llamado a que el arte y la creatividad estén presentes en la actividad diaria, para que "recuperemos la capacidad creadora que nos ponga de manifiesto como seres únicos y diversos

Dejours y el estudio de casos argentinos


Domingo, 12 de mayo de 201301:00

El estudio de casos argentinos

Christophe Dejours vino a la Argentina y además de dictar una serie de seminarios en Rosario y Buenos Aires, trajo como consigna conocer en mayor profundidad la experiencia de las empresas recuperadas.

    El autor de libros como "La banalización de la injusticia social", "El trabajo vivo I y II" "El factor humano" y "El trabajo y el desgaste mental", entre otros, editados en el país por revista Topía, señaló que la atención hacia ese modelo de organización se debió al "hecho de que estas experiencias perduren desde hace años", lo que las convierte en un tema de análisis "interesante".
Según precisó "hubo muchas experiencias de este tipo, incluso en Francia, pero duran algunos meses y caen".
De ese modo, la permanencia en el tiempo en la Argentina muestra que " hay algo en este movimiento que seguramente se basa en hallazgos sobre la invención de modos operativos que le permiten sostenerse en el tiempo", dijo y señaló que "no solamente con respecto al poder exterior sino también con respecto a los riesgos internos de disociación".
"Eso es lo que más me interesa", reveló Dejours, pero "a priori pienso que hay en estas experiencias algo interesante y original a la vez, y pienso que es una forma de experimentación social y política que incluso si se detuviera, dejará necesariamente huellas".
Para el prestigioso psiquiatra y psicoanalista, "tantos años de este funcionamiento modifica la manera de pensar y allí legamos a otros problemas que es el de la vida de las ideas". Pero a su juicio "las ideas que vienen de la experimentación social son esenciales para poder cambiar el mundo"

Christophe Dejours en Rosario: "Trabajar no es sólo producir, es vivir juntos"


Domingo, 12 de mayo de 201301:00 | Economía

Christophe Dejours en Rosario: "Trabajar no es sólo producir, es vivir juntos"

El psicólogo francés disertó sobre el sufrimiento y el placer en el mundo laboral. El estudioso de trabajo señaló que las defensas colectivas y la cooperación son condiciones para la salud mental.

Perfil. “Las personas más vulnerables a las patologías mentales del trabajo son los que se comprometen más con la empresa”, dijo Dejours.
Por Sandra Cicaré / La Capital
El crecimiento de patologías como el burnout (síndrome de desgaste profesional), el karoshi —un término japonés que significa muerte por exceso de trabajo— el dopaje, el acoso, las depresiones y el extremo del suicidio, ponen en un plano de discusión urgente las nuevas formas de organización del trabajo capitalista, profundizadas en los últimos veinte años fundamentalmente a través de la metodología de evaluación individual de la performance del trabajador, que produjeron una explosión de padecimientos que no sólo están vinculados con el desempeño individual sino con la ruptura de los lazos colectivos.
"Trabajar no es solamente producir, también es vivir juntos". La sentencia fue pronunciada por el psiquiatra y psicoanalista francés Christophe Dejours, profesor del Conservatorio Nacional de Artes y Oficios y director del Laboratorio de Psicología del Trabajo de Francia, quien estuvo tres días en Rosario donde dictó tres conferencias para analizar la situación (ver aparte).
El prestigioso teórico que puso en discusión en el campo del psicoanálisis la problemática del sufrimiento en el trabajo y polemiza con usinas de pensamiento tradicional como la Escuela de Frankfurt, considera que la cooperación, es decir un trabajo fundado en reglas colectivas, "es el mediador más común del vivir juntos en democracia, porque las personas tienen más espacio para pensar y pueden beneficiarse de la ayuda y la solidaridad de los otros". Por tanto, "es la condición de la salud mental", sentenció.
"Cuando un trabajador se suicida significa que el hecho de vivir juntos, más teóricamente, el mundo social del trabajo, fue destruido".
—Ud. mencionó que la cooperación es la condición de la salud mental y atendiendo a las situaciones cada vez más frecuentes de enfermedades y padecimientos, ¿el trabajador perdió la batalla en el contexto laboral actual?
—Sí, de alguna manera. Porque últimamente a causa de los suicidios en el trabajo fue que empezamos a darnos cuenta de esto (En Francia hubo en medio de la crisis y de las reestructuraciones empresarias casos resonantes de suicidios en el ámbito laboral). Por un lado, es un acontecimiento reciente, no existía, antes las personas no se suicidaban en los lugares de trabajo. Cuando un trabajador se suicida en su lugar de trabajo demuestra que no es solamente su propio problema, sino que significa una transformación en profundidad y una alteración de las relaciones en el conjunto del mundo del trabajo en el que él interviene. La realidad son todas las formas de relación, principalmente las relaciones de cooperación, pero no únicamente, hay otras. Trabajar no es solamente producir, también es vivir juntos. Cuando un trabajador se suicida significa que el hecho de vivir juntos, es decir de manera más teórica, el mundo social del trabajo, fue destruido. A partir de los suicidios en el trabajo nos dimos cuenta de la importancia de las solidaridades, es decir de este mundo social del trabajo que desemboca en la conclusión de que nuestra salud mental no depende solamente de nuestro talento individual, de nuestro genio propio, de nuestra personalidad. También depende mucho de la ayuda y del reconocimiento de los otros en el trabajo. A propósito del trabajo y sobre el trabajo. Si estamos tomados como blanco de la injusticia, de la persecución o el acoso, no es lo mismo estar solos y que todos los demás den vuelta la cabeza o beneficiarnos simplemente con el reconocimiento de los otros. En realidad, este simplemente es muy complicado porque supone un sentido común de la justicia. Cuando ocurre un suicidio esto no significa solamente el fin de la solidaridad sino que también significa la ruptura del sentido común e incluso el sentido común de la justicia. La gente ya no sabe, en el contexto actual, con las nuevas formas de organización del trabajo, con la guerra económica, si el tratamiento que está dado a un colega es justo o injusto, bueno o malo. Mientras que hace 20 años todo el mundo sabía que eso estaba mal y todo el mundo lo decía. No estar solo no es lo mismo que encontrarse solo, incluso los más sólidos de nosotros. Cuando somos tomado como blanco, si nadie alrededor nuestro da testimonio, corremos el riesgo de ser cuestionados. Ahí hay riesgos psíquicos.
—En su disertación hizo referencia al reconocimiento como uno de los pilares de la constitución de la subjetividad del trabajador a través de dos instancias, el juicio de utilidad (económica, técnica, etc) y juicio de belleza a través de la mirada de los pares. ¿Las empresas manipulan esta necesidad promoviendo formas individualistas de trabajo?
—Puede ser. Existen situaciones en las que las empresas manipulan el reconocimiento. Esto no funciona con todo el mundo. Los más vulnerables a esta manipulación son los que se comprometen profundamente con sus trabajos y que no tienen capacidad de mantener cierta distancia crítica con respecto a la empresa. Cuando este compromiso es muy profundo, cuando las personas creen en las empresas se pueden dejar atrapar por reconocimiento. Pero sólo a través del juicio de utilidad, porque el de belleza es el de los colegas, el de los pares, y es muy difícil de obtener y no puede ser manipulado de la misma manera. Pero de hecho, en el contexto actual donde el reconocimiento de los pares es muy difícil, porque la deslealtad es muy frecuente, muchos asalariados se cuelgan casi desesperadamente al reconocimiento del juicio de utilidad. Ahí estamos en una situación peligrosa. Es una paradoja, pero las personas más vulnerables a las grandes patologías mentales del trabajo son los que se comprometen más por la empresa. Nuestra generación, enfrenta una situación difícil. ¿Qué hay que decirles a los niños, a las futuras generaciones, que hay que comprometerse con el trabajo, que hay que quedarse a distancia? Hace 30 años no había ninguna dificultad, había que trabajar, porque el trabajo contenía una promesa de emancipación. Ya no es más así. Esto pone a nuestra generación en una situación difícil pero sobre todo a los más jóvenes porque hay un peligro en creer en la empresa y en creer en el trabajo. Porque tanto en países como Francia y otros, las organizaciones sindicales mismas en los últimos años han traicionado al trabajador y si entramos en conflicto con la empresa no podemos contar con la lealtad de los sindicatos. Entonces, el juicio de reconocimiento es recuperable pero en circunstancias muy particulares. Primero, juicio de utilidad no de belleza; segundo, ruina o destrucción del juicio de belleza por la evaluación de performance individual y de las fracturas de la sociedad. Incluso en ámbitos muy estructurados, por ejemplo entre la comunidad científica —lo veo en Francia pero en otros lugares como Australia, varios países de Europa y Canadá— no hay más solidaridad entre los colegas y no se puede contar con la lealtad de otros científicos para reconocer su trabajo. El mundo de la investigación está mal, hay ahora muchos suicidios entre jóvenes. Es un verdadero problema.
—La sociedad francesa fue pionera en la defensa de los derechos laborales, ¿cómo se enfrenta a esta nueva organización del trabajo y en medio de la actual crisis?
—Muy mal. Con el debilitamiento de los sindicatos, el punto de apoyo principal para hacer frentes a estos nuevos métodos de organización es el derecho, los juristas, abogados, magistrados, que mediante sus dictámenes contribuyen a hacer evolucionar las leyes, es lo que llamamos la jurisprudencia y ella permite reconquistar nuevos derechos contra esta formas de organización del trabajo. Hubo juicios en los cuales la introducción de parte de una empresa de nuevas formas de organización incluso fue prohibida por tribunales sobre la base de la denuncia de un sola persona, pero el proceso terminó en la Corte de Casación, con una jurisprudencia que vale para toda Francia y hay varios de estos casos. Ese es el punto de apoyo más importante debido al debilitamiento de los sindicatos.
—O sea que es un debilitamiento de la presión política sindical y en pos de la jurisprudencia.
Sí, es así.
—Ud. planteó que el sufrimiento en el trabajo venía acompañado del sufrimiento ético, aquello que el trabajador debía hacer pero reprobaba moralmente, ¿todos los trabajadores que están sometidos a la nueva organización del trabajo experimentan eso o pueden escindirse?
—No todos. Entre los trabajadores cierto número de ellos, por el contrario, gozan de esta situación porque sacan provecho de ella, hacen carreras fulgurantes ejerciendo el poder de cometer injusticias y hacer sufrir a los demás en su goce. Las empresas necesitan personas así y esos no sufren. Después hay una parte importante de trabajadores que encuentran un acomodamiento psíquico muy particular que les permite participar en actos que reprueban moralmente pero gracias a estrategias de defensa colectivas, no sólo individuales se descargan del sufrimiento ético. Hay mucha estrategias que fueron inventadas y hay otras especialmente inventadas por los cuadros (empresariales) sobre todo la estrategia del "cinismo viril", en la cual los mandos superiores cultivan entre ellos concursos para ver quién va a lograr hacer despedir la mayor cantidad de asalariados. O para reducir al máximo el número de personas en sus servicios manteniendo la productividad al máximo. Organizan concursos y los asocian a la demostración de fuerza, de coraje, que siempre están ligadas a un sistema de valores ligado a la virilidad. Es un hombre, aquel que es no solamente capaz de sufrir sin decir nada sino sobre todo que es capaz de infligir sufrimiento al otro. Un hombre debe poder hacer sufrir al otro, ese es un hombre. Un hombre debe poder matar, eso no se le pide a una mujer. Ven ustedes la trampa de la virilidad, que permite invertir lo que llamamos en filosofía la razón moral práctica que es evidentemente no aceptar jugar estos juegos sino rechazarlos y correr el riesgo de perder su empleo.
Más Dejours 
En próximas ediciones se publicará el contenido de las conferencias que Christophe Dejours brindó en Rosario en la Facultad de Psicología de la UNR y en La Toma.

Ergonomía en el Congreso de Psicología Aplicada al Trabajo

Christophe Dejours                     Foto: Milagros García Nelli
Los días 3 y 4 de mayo de 2013 han sido importantes para la visibilidad del trabajo de muchos investigadores que trabajamos en la Argentina y en el resto del mundo desde diferentes modalidades de la clínica del trabajo : ergonomía, psicodinámica del trabajo, clínica de la actividad, etc. Efectivamente, una de las dos cátedras de psicología del trabajo de la UBA ha organizado esta iniciativa con mucho éxito, siendo Christophe Dejours uno de los invitados "estrella", pero incluyendo a investigadores que hasta el día de hoy nunca habían convivido en un mismo espacio académico y que han podido mostrar desde diferentes enfoques conceptuales los impactos del trabajo sobre la salud de los trabajadores.  En Argentina, es todo una primicia, tal como me lo hiciera ver una periodista que tuve la suerte quisiera entrevistarme y que se ha entusiasmado mucho con nuestro trabajo, con el de todos los investigadores presentes. También lo confirma la amplia asistencia y el éxito de las dos jornadas.

No describiré el conjunto de las ponencias, pero si comentaré brevemente lo que viví a lo largo de las presentaciones del panel que integré junto a Gabriela Cuenca y a Fanny Gallot. Verán a través de las fotos que ha tomado Milagros García Nelli que éramos mayoritariamente mujeres las personas presentes: yo solo conté cuatro varones, un docente que habrá venido por la problemática de investigación presentada por Gabriela, un economista franco-uruguayo - al que supongo le habrá resultado curioso el panel con dos personas cuyos nombres son franceses... -, un ex alumno y ergónomo recibido en la especialización en Ergonomía de la UTN y un ser multifacético ingeniero mecánico, psicologo social y otros ingredientes más que escuchó lo presentado como si él no supiera nada. Un hombre muy agradable, alguien que debiera pronto presentar sus trabajos para que todos aprendamos de él también.

Todo esto para decirles que la ergonomía del trabajo docente y de los vendedores de Orange Ex France Telecom, y la historia de las neurosis de las obreras atrajeron muchas mujeres y pocos varones, en todo caso muchos menos que el panel integrado por nuestro colega Mario Poy y por Diego Turjanski, quienes presentaron un trabajo realizado en la aviación... quizás ese tipo de industria interese más a los varones... pero en todo caso yo quedé sorprendida de este fenómeno ya que en general en Francia cuando hay un congreso sobre esta temática, la mitad del público son mujeres y la otra, hombres ... quizás el hecho de compartir la mesa con Keegan haya inclinado la balanza, en todo caso para mi sigue siendo un enigma.

Me tocó comenzar presentando el caso que estudié en Francia, desde una auditoria de tipo CHSCT, es decir a pedido de un Comité Mixto de Higiene y Seguridad de la empresa Orange, ex France Télécom. Las mujeres que nos acompañaban parecían ser tan jóvenes, que nunca pensé que me pasaría lo del final, que ya les comentaré... Presenté lo que hicimos en la auditoría, si alguien quiere acceder al contenido, me avisa... incluso creo que tengo los audios...
Michelle Aslanides                     Foto: Milagros García Nelli
 Gabriela me siguió, muy didáctica como siempre, y su ponencia para mi en todo caso fue especialmente emotiva, como siempre que la veo, porque trata de las escuelas y del trabajo docente, pero a la vez las imágenes que nos muestra Gabriela a través de videos muy fieles a la realidad del terreno, hacen que recordemos los cantos de nuestra niñez, esas aulas y pasillos tan queridos, los himnos solemnes y que nos hacían sentir parte de un proyecto de país común... también muestra imagenes de las escuelas del Delta, lugar en el que resido desde hace dos años, y que emociona siempre ver... en esa atmósfera Gabriela nos transmitió cómo hacen malabares los docentes para trabajar con una prescripción que no se ajusta a las realidades del terreno, a sus variaciones geográficas y a las especificidades de cada población de alumnos que tienen sus requerimientos pedagógicos, de seguridad, etc.
 Fanny Gallot y Gabriela Cuenca      Foto: Milagros García Nelli
Fanny terminó deleitandonos con una historia que yo nunca había oído, y de la que extraigo algunas anécdotas y conceptos : Wisner fue un aliado de la CFDT y por eso la CGT no quiso en un primer momento adoptar las medidas preconizadas por el laboratorio que éste dirigía. Luego de unos años, las aceptó, afortunadamente. 
Fanny nos habló del uso de las crisis de nervios como herramienta de protesta, interpretación de los hechos que yo desconocía hasta el momento. Llegaron a relacionar desde el público asistente, las crisis de nervios con los suicidios en Orange y en otras empresas como Peugeot y Renault. Quedó el planteo para futuros debates.

Yo en todo caso, fui feliz en este panel, gracias a los colegas que presentaron y a las preguntas. Hasta que llegaron las "chicas del final" y me comentaron que en su empresa están ocurriendo cosas como las que ocurrían en Orange en 2009... Les recomendé paciencia, y una de ella se va a anotar en la Especialización en Ergonomía. Una decisión digna y con optimismo, que comparto y espero le sirva para ir saliendo de ese lugar.