.

.

Renuncio a la ADEA por amor

Hoy escribo para anunciar públicamente que renuncio a la ADEA, Asociación de Ergonomía Argentina, asociación que he contribuido a fundar en 2002, desde una idea inicial que teníamos con Gabriela Cuenca y a la que otros colegas se sumaron como Osvaldo Bellettini, Mario Poy, Juan Carlos Hiba, etc.. Eran tiempos de luchas y de ilusiones, de generar cosas desde nuestro lugar, el de los ciudadanos... Hoy el país cambió, por suerte en muchos aspectos para mejor, en otros para peor... pero algo importante que ha ocurrido es el mayor impacto de las decisiones del Estado en nuestras vidas, Estado que muchas veces intenta mejorarnos la vida pero que no lo hace bien por desconocimiento, o en casos más complejos, por mala fe. En este nuevo contexto creo que una asociación como la ADEA debería enfrentar claramente varios objetivos que tienen que ver con participar en la mejora de las reglamentaciones que se determinan desde el Estado y que afectan el desarrollo de la ergonomía, y en particular el del trabajo de los ergónomos en la prevenciòn de la salud, seguridad y fiabilidad en el trabajo. Como no lo está haciendo, a mi modo de ver, prefiero dejar la institución hasta que vengan gestiones más conscientes de esta necesidad, de esta urgencia.

Además de este primer punto, renuncio porque para mi la ADEA debería ser ejemplar para poder ser referencia en el mundo del trabajo... y creo que por ahora la ADEA no lo es: no piensa en cómo mejorar su estatuto despuès de habernos topado con muchas dificultades derivadas de sus contradicciones o indefiniciones, tras haberlas listado inclusive un 31 de diciembre trabajando hasta muy tarde en la noche! La ADEA actual no se autocritica, no revisa sus procedimiento, y sobre todo no es transparente, prolija ni democrática:  es necesario ser muy prolijos en la redacción de las actas de reuniones, escribir lo que se dice, no reconstruir un discurso a posteriori que no refleje lo que se habló y que impide que los miembros se enteren de lo que se dijo realmente... y eso no se hace asi en la ADEA... Ante estas constataciones, e incluso ante sucesivas alertas que dimos algunos, la mayoria de los miembros por no hacer mucho barullo dejan hacer a sus directivos lo que a ellos se les ocurre sin control. Los pocos intentos de mejora de estas prácticas son condenados y frenados, incluso por momentos se ha intentado recurrir a una suerte de tribunal de "justicia" o algo así que frene a los "rebeldes". Eso si, siempre utilizando un tono equilibrado y con expresiones diplomáticas, que no puedan confundirse con el autoritarismo que esconden.

Considero que así no se puede garantizar la participación de los miembros en las decisiones, y que no se avanza en pos del pluralismo. Una reflexión acerca de lo que puede estar generando esto: por lo que me han dicho otros compatriotas que han tenido experiencias asociativas, esta tendencia es muy cultural y tiene que ver con la falta de práctica de la vida asociativa sana y transparente, la falta de modelos participativos de funcionamiento y con la incapacidad de asumir el pluralismo, la controversia como parte de la vida... esto obviamente, ademàs de las cuestiones del poder, la hybris y compañía... Lo que planteo no es un juicio de valor, sino la constatación de ciertos límites para la transformaciòn de estas situaciones, lo que me lleva a decidir la renuncia por ese motivo tambièn... He escuchado recientemente a un miembro importante de la CD decirme que era normal para él que recibieran propuestas de los miembros pero que después la CD hiciera a su entender, sin incluir las propuestas, y sin argumentar el por qué de la exclusión de las mismas. Y aqui viene otro comportamiento que me ha desilusionado y que no puedo entender:  los mismos miembros, ante estas situaciones, en general prefieren la "falsa paz" a la "verdadera controversia"... prefieren "la falsa calma de la hipocresía, pero con buen trato" a "la autentica turbulencia de la disputa", que suele venir con enojos y emotividad... eso es algo que no puedo entender... cómo es posible? Para qué hacer creado una asociación si no se puede decir lo que enoja, lo que nos aleja, lo que nos duele, para encontrarle una salida JUNTOS? Por decir estas cosas se me ha calificado de agresiva, de no querer llevar la ADEA a buen puerto, de no respetar las normas de convivencia en paz y respeto... yo denuncio: estas son prácticas semejantes a las que callan y condenan la protesta social, son vestigios del autoritarismo, y nos debemos liberar de las mismas cuanto antes si queremos crecer como sociedad. No tengamos miedo. La paz es buenísima, pero cuando es el resultado de un proceso de construcción colectivo y de superación de las controversias, no cuando es el resultado de callar y hacer "como si no hubiera ningún problema".

Y luego tengo que mencionar el tercer flagelo, que es para mi como un cáncer en la ADEA: finalmente creo que hemos sido demasiado laxos al dejar ingresar a la ADEA a gente que lo único que desea es figurar, gente que no es profesional en el sentido profundo del tèrmino, que solo quiere tener un label "ergonómico" asociado a su persona, consultora o fàbrica de productos, para que eso le sirva como una suerte de garantía de calidad ante sus clientes, para que eso lo "salve" en cierto modo... o sea, la ADEA como instrumento o vitrina para poder vender mejor sus servicios o productos... El problema es que los hemos dejado ser socios activos, con posibilidad de dirigir la ADEA, y no solo de ser socios adherentes, lo que los hubiera incluido pero sin plantear riesgos... Esto es como decía un profesor el otro día en un seminario al que asistí en la UBA "hay gente que no sería nada si no estuviera en la institución en la que está, ocupando el cargo que ocupa"... y eso me parece en algunos casos lo que ocurre en la ADEA... si algunos no fueran presidente, vice, tesorero, secretario, no serían nadie en el mundo de los profesionales de la ergonomìa ... Buscan llegar a esos puestos para aportar lo que creen desde un lugar que en el fondo esta poco sometido al control social... Sin eso, nadie los reconocería dentro de la profesión... no solo por insuficiencia de formación, porque muchas veces la tienen, pero porque no se pliegan a las reglas de la profesión, porque eso supone confrontarse a los pares, publicar, argumentar el por qué se hace lo que se hace en el terreno, y sobre todo supone decir "no se todo, voy a seguir aprendiendo algo del otro, de mi par"... Esto supone que los egos sean un poco menos grandes, y que las profesiones de base, la medicina y la ingeniería mayoritariamente, deban hacer un impasse y decir "la ergonomía me va a enseñar algo nuevo, lo tengo que aceptar"... esto se ve reflejado claramente en la manera en que maltratan incluso a su aliada institucional, la IEA (Asociación Internacional de Ergonomía) no haciendo ningún aporte serio a la misma, dejando de participar en muchas de sus actividades durante años... La IEA no está al tanto de las prácticas reales de la mayoría de los dirigentes de ADEA, de sus pensamientos profundos, y cree que estos adhieren a sus principios... pero eso es mentira, no adhieren. Y esto lo se porque he pasado mucho tiempo "invitándolos" a que certifiquemos los ergónomos profesionales, pero esto no fue posible... no piensan en certificar como lo propone la IEA con sus referenciales... en eso no creen, pero no lo dicen explícitamente y por el contrario si pagan la cuota anual para "hacer como si creyeran"... No sea cosa que se les quite el único paraguas que tienen para avalar su pertenencia a una institución seria ...

Todo esto junto hace que las miserias más horrendas se junten por momentos en las comisiones directivas, que se ignore a los miembros de ADEA, incluso a los fundadores, cuando estos reclaman temas de debate ausentes, acciones sobre la reglamentación ausentes, la necesidad de reconocer la profesión y de generar un sistema de certificación, por ejemplo. Mi experiencia me lleva a pensar que se frenan sobre todo los temas que afectan la capacidad de trabajo de quienes están en la comisión directiva, finalmente. Si planteamos una reforma que exija por ejemplo ser ergónomo a un fabricante de muebles "ergonómicos", o en todo caso que este contrate a un ergónomo profesional para que se pueda diseñar correctamente su producto, la sensación es que se cuestiona el trabajo los fabricantes, en vez de pensar que se mejoran las condiciones de trabajo de los usuarios y clientes de esos fabricantes... Si se plantea un sistema de certificación del ergónomo profesional, (siendo incluso opcional, no obligatorio!) la reacción mayoritaria es "lo hicieron para dejarme afuera a MI"... sin pensar en que es necesario elevar la vara de la calidad porque en el país pululan los irresponsables y los estafadores si no ponemos un referencial desde la profesión... referencial que pueden o no tomar los clientes... encima eso, ni siquiera sería obligatorio... pero eso ya es MUCHO ... o sea, siempre la mediocridad, tirándolo todo para abajo...

Otro capítulo aparte es la negociación con el Estado... últimamente vemos con mucha preocupación la falta de mejoras en la resolución 295 anexo 1, a pesar de que los ergónomos hemos enviado nuestras sugerencias, entre otras la idea de que se mencione claramente que en la regulación la práctica de la ergonomìa debe ser ejercida por ergónomos profesionales. También se agrega a este primer texto el de un dcreto presidencial (1338) que deja afuera a los ergònomos de la prevenciòn de enfermedades profesionales y de accidentes, optando por la higiene y seguridad y por la medicina del trabajo como profesiones encargadas de evaluar las "condiciones ergonomicas"...  mas alla de los errores u horrores que el uso de estos terminos y expresiones puedan implicar, està la idea de que ya entre estos dos grupos profesionales" se cocina" la ergonomìa... si no fuera que he hablado directamente con miembros de la CD actual de la ADEA y si no hubiera escuchado sus respuestas a este interrogante, no dirìa lo que pienso ahora: ellos ya tienen licencia para hacer "ergonomìa", por lo que estàn tranquilos... no hay mas nada por què luchar... pero què hacemos los ergònomos que no somos ni medicos laborales ni lic. en higiene y seguridad? què hacen los ergonomos recibidos en la UTN que antes fueron kinesiologos, Terapistas ocupacionales, psicologos, fisioterapistas, ingenieros (sin posgrado en higiene y seguridad), diseñadores industriales? A donde quedan todos estos profesionales que SI son ergonomos desde un punto de vista profesional porque han seguido una formaciòn compatible con los criterios de certificaciòn internacionales de la IEA, màxime cursando una carrera acreditada por la CONEAU?

Existen muchas más razones para renunciar a èsta ADEA que no viene al caso citar acá pero que tienen que ver con un desprecio constante que siento y recibo por parte de la mayoria de los miembros de la CD actual. Por eso me despego de esa linea de trabajo, digo claramente que no adhiero a la misma, ni la comparto, ni la avalo. No usarán mi nombre para avalar lo que hacen... no se puede dejar hacer cualquier cosa como aliarse a instituciones que son comerciales y no científicas y que realmente no saben de ergonomìa, que no quieren saber y que "sacan de la galera" centros de estudios ergonómicos porque debe ser comercialmente correcto... No quiero que mi grupo profesional de pertenencia siga esa lìnea, quiero cambiar.

Con todo esto les digo lo que tengo en el corazòn, en la mente, en el alma, de un modo espontáneo y sin cuidar demasiado el estilo de redacción, pero sintiendo muy fuerte la necesidad de compartirlo con todos: si la ergonomía argentina sigue así, no podrà participar en el proceso de prevenciòn de los accidentes y de las enfermedades profesionales, no podrà aportar a la mejora de la fiabilidad humana en los sistemas... Seguiràn los Cromagnón, los Once y Castelar, los Lapa y los Austral, los Keyvis, los Brandsen, los accidentes de sillas de ski, los derrumbes de edificios, los suicidios en el trabajo y todas las consecuencias de un trabajo mal pensado, mal gerenciado y mal mejorad, a cargo de especialistas centrados en el ergomarketing vacio de contenido, llenos de ambiciòn econòmica y de codicia. Sin ciencia y sin lo más importante que es el amor por el otro. Monique Noulin decía que sin amor no hay ergonomía posible. Y coincido con mi maestra, y creo que con mi decisiòn hoy yo estoy reivindicando al amor como instrumento de intervenciòn.  Mi amor por la ADEA que fundé no desaparece, solo se recicla en el amor por el otro.

A partir de ahora solo me dedicaré a hacer crecer la formación de especialistas, a formar a otros profesionales como los diseñadores industriales del interior del país a pensar en que la ergonomía es una herramienta para ellos pero también una posible vía de desarrollo profesional. Estaré cada día más presente en la formación de nuestros ingenieros, arquitectos, y especialistas en desarrollo de sistemas de información...creo que  la ergonomía tiene que ser conocida por todos ellos para ser contemplada, en la medida de lo posible, en su propia práctica profesional, pero sobre todo para que ellos puedan hacer intervenir a los ergónomos profesionales cuando el proyecto los exceda. Aquí en Argentina hay demasiados accidentes, enfermedades profesionales, demasiada falta de reconocimiento en el trabajo para que los ergónomos estén desempleados. Vamos a formarlos, y tendrán mucho trabajo, y serán respetados desde el Estado porque haremos todo lo posible por lograr el reconocimiento de su profesión. ADEA de a poco irá comprendiendo estos desafíos, y cuando esté lista, volveré. 

Seguramente me concentre también en crear junto a los profesionales ergònomos una asociación que se especialice en defender los derechos de los ergónomos. La nueva asociación sería nuestro lugar de encuentro entre profesionales, entre profesionales y clientes, entre los trabajadores que habrán recibido mucho de nuestros ergónomos y de los que nuestros ergónomos habrán aprendido mucho. Sería un espacio de ciencia, de critica constructiva a nuestras prácticas de intervención, de aprendizaje continuo entre colegas y personas a las que habremos intentado mejorarles la calidad de vida laboral. Sería un espacio de encuentro entre la ciencia y la política, porque la ergonomía es ese encuentro, también.

Alguien me decía el otro día que los ergònomos podríamos incluirnos en la categoría de "militantes"... y quizás tenga razón, y que parte de esa militancia del ergónomo sea renunciar a lo que no va con sus convicciones... Creo que eso hago hoy, renuncio a la ADEA porque no coincido con muchas formas de desarrollo de esa institución... y porque en el fondo milito por el amor... 

Certificación del Ergónomo Profesional: ¿por qué es importante? ¿por qué debería adherir a ella?

08 de mayo 2013
Por Peter Budnick, PhD, CPE


Este artículo se reproduce con el permiso de los archivos de The Ergonomics Report ™ , donde fue publicado originalmente el 15 de febrero de 2012 - hace más de un año. (traducción Michelle Aslanides)

Mi historia con la certificación profesional se remonta a 1977, cuando me concedieron la certificación profesional los instructores de esquí profesionales de los Estados Unidos de América (PSIA). Yo tenía tan sólo 16 años de edad, y estaba buscando con muchas ganas una forma de cubrir al menos los costos, o mejor aún, desarrollar mi vida en mi deporte favorito. En ese momento, seguramente no entendía la importancia y el significado de la certificación profesional, y aunque sabía que el mercado la requería, las razones no estaban muy claras para mi mente joven. Mirando hacia atrás, reconozco que el mercado del esquí exigía la certificación como un medio para proteger a la población de ciertos "charlatanes", irresponsables y estafadores, para mantener un nivel de calidad en los conocimientos, habilidades y prestación de servicios, y para proteger a los instructores certificados y las estaciones de esquí que nos empleaban de toda responsabilidad. Permanecí activo como instructor de esquí, y me mantuve al día con mi certificación a través de las clínicas de capacitación obligatorias, a lo largo de mis años de pregrado, durante los cuales la vida me llevó hacia nuevas direcciones.

Avanzo rápidamente hasta 2012, y me encuentro profundamente involucrado en la certificación profesional, pero ahora en el campo que fue mi elección, la ergonomía. Curiosamente, con todos los beneficios que la ergonomía puede y debe aportar a la gente, el mercado de la ergonomía sigue siendo un tanto disperso y confuso. Las razones para esto son muchas, y ésto no es de ninguna manera exclusivo de nuestro campo, pero sin duda, nuestro mercado se encuentra todavía en una fase incipiente, emergente. La certificación profesional, sin embargo, ya ha jugado un papel importante en la madurez de nuestro mercado, y jugará un papel aún mayor en el futuro. La profesión de la ergonomía ha logrado grandes avances en este sentido en los últimos años, pero como con cualquier cosa, siempre habrá espacio para mejorar, y se requiere una estrategia de mejora continua para mantenerse al tanto de las nuevas necesidades de las partes interesadas, incluidos los usuarios finales, nuestros clientes finales (ver  BCPE Announces Pilot Exam as Part of Updated Certification Process como un ejemplo de una organización eficaz que practica la mejora continua).

Este tema está muy fresco en mi mente por varias razones: (1) ayer [14 de febrero de 2012] participé en una sesión de la Conferencia de la IEA (IEA Conference), llamada "Certificación en Ergonomía en el mundo"  (Ergonomics Certification Around the World); (2) he escuchado recientemente que la IEA (Asociación Internacional de Ergonomía o IEA ) considera que la certificación profesional es un aspecto fundamental del crecimiento y de la influencia de la ergonomía, y (3) que he encontrado recientemente quiropráctas fraudulentos (fraudulent chiropractors), lo que me ha llevado a darle tal importancia al profesionalismo, cualquiera sea el campo de práctica creíble que se considere.

La palabra "certificación" se utiliza en muchos contextos diferentes, pero hay diferencias entre los usos más comunes de la expresión:

- Certificado: No se trata de certificación; asistir a un curso y recibir un certificado (de finalización) no es la certificación.
- Certificación: Este término a menudo mal utilizado para describir lo que se entiende mejor como un certificado de finalización. Hay grupos privados que proveen entrenamiento y luego dicen a emitir una certificación. No se deje engañar. A veces, sin embargo, esas organizaciones dan un paso más allá y ofrecen un examen, por lo general inmediatamente después de la formación y que fué diseñado acorde a la misma. Otros pueden incluso hacer un poco de seguimiento de revisión del producto del trabajo. Si bien esto puede ajustarse técnicamente a algunas definiciones de la certificación, el valor y la credibilidad de la certificación en el mercado se basa enteramente en la fuerza y ​​el rigor del proceso de examen y de revisión, y sobre el reconocimiento del mercado y el respeto de dicha organización. No hay nada malo con este tipo de certificación, pero no se debe confundir con la certificación profesional. Haga su tarea antes de buscar este tipo de certificados o certificaciones, y reconozca que cuanto más fácil de alcanzar sea, menos riguroso será, y menos valor le aportará en el mercado.
-Certificación de Asociado: Esto suele ser una designación de certificación que se ofrece por un organismo de certificación, que también ofrece la certificación de nivel profesional. Puede ser, por un lado, un nivel de certificación que demuestre que el candidato ha alcanzado un nivel de competencia definido en un campo determinado,  pero que él o ella no practica en ese campo a tiempo completo, o que él o ella practica con o bajo la dirección de un profesional certificado. Por otro lado, Certificación de Asociado también puede ser concebido como un paso hacia una certificación profesional cuando un individuo progresa en un campo de práctica. Las Certificaciones de Asociados deben incluir el mismo rigor en el procedimiento y en los requisitos éticos de la certificación profesional, pero requiere un menor nivel de conocimientos y de experiencia que el nivel profesional.
- Certificación Profesional: Para ello es necesario un proceso de evaluación riguroso y requiere una organización cuyo único objetivo y sea garantizar que las personas a las que certifica hayan demostrado un nivel mínimo de competencia y experiencia en un campo determinado de la práctica. También se requiere la adhesión a códigos éticos de conducta. No debería ser "fácil" obtener la certificación profesional a través de las organizaciones que establecen sistemas de certificación profesional fuertes y creíbles. Las certificaciones profesionales también deben incorporar requisitos para que quien sea titular de una certificación se mantendrá activo y seguirá aprendiendo y estará al día en su campo (esto se conoce como re-certificación, o la continuidad de la certificación).

No hay duda de que alguien puede ser muy competente y ético en el campo de la práctica, sin embargo, que no esté certificado. Todos conocemos ejemplos de este tipo de personas. Y no hay ninguna garantía de que alguien que ha logrado la certificación profesional en realidad la practique de una manera competente y ética. Todos conocemos ejemplos de esto, también. Sin embargo, un buen sistema de certificación debe "elevar el listón" de la práctica, la mejora continua y la actualización de los requisitos para que coincida con las necesidades del mercado y el estado de la técnica en el campo de la práctica. Asimismo, no debe frenar la innovación, sino permitir que el campo madure y satisfaga las cambiantes demandas del mercado.

La certificación profesional no debe ser un sistema diseñado sólo para proteger a aquellos que han logrado su competencia. En su lugar, debe ser inclusiva, pero también exclusiva, ya que siempre habrá algunos candidatos que no pueden cumplir con los requisitos.

Si no está certificado en algún nivel de ergonomía, le recomiendo que lo haga dentro de sus intereses y sus medios. Si usted ya tiene algún tipo de certificación relacionada con la ergonomía, lo invito a que busque una certificación de nivel superior. Si usted ya está certificado a nivel profesional, le invito a que revise la credibilidad de la organización que lo ha certificado y a que se asegure de que cumple con los requisitos de la verdadera profesionalidad. Si usted está certificado por un organismo de certificación creíble que mantiene un sistema riguroso de certificación, lo invito a participar y ayudar a que la organización a mejore en forma continuamente.

Adhiera a la certificación por usted mismo, por su profesión, pero lo más importante, adhiera por el público al que servimos y protegemos.

Copyright (c) 2013 Ergoweb Inc. Used by permission.

Professional Certification: Why It's Important, Why You Should Embrace It

Source: http://www.ergoweb.com/news/detail.cfm?id=2718

May 8, 2013 

By Peter Budnick, PhD, CPE



This article is reprinted with permission from The Ergonomics Report™ Archives, where it originally appeared on February 15, 2012 -- over a year ago.
My history with professional certification goes back to 1977 when I was awarded an associate level certification designation by the Professional Ski Instructors of America (PSIA). I was just 16 years old, and I was looking hard for a way to at least cover my costs, or better yet, make a living at my favorite sport. At the time, I surely didn't understand the importance and significance of professional certification, and though I knew the marketplace demanded it, the reasons were not clear to my young mind. In retrospect, I recognize that the skiing marketplace demanded certification as a means to protect the public we served from charlatans, reckless actors and frauds; to maintain a level of quality in knowledge, skill sets and service delivery; and to protect certified instructors and the ski resorts that employed us from liability. I remained active as a ski instructor, and current with my certification through the mandatory training clinics, throughout my undergraduate college years, when the flow of life took me in new directions.
Fast forward to 2012, and I find myself deeply involved in professional certification, but now in my chosen field of ergonomics. Oddly, for all the benefits ergonomics can and does bring to the public, the ergonomics marketplace remains somewhat scattered and confused. The reasons for this are many, and it's in no way unique to our field, but arguably, our market is still in an emerging phase. Professional certification, however, has already played a significant role in our market maturity, and it will play an even greater role in the future. The ergonomics profession has made great strides in this direction in recent years, but as with anything, there will always be room for improvement, and a continuous improvement strategy is required to stay abreast of the evolving needs of the stakeholders, including end-users, our ultimate customers (see BCPE Announces Pilot Exam as Part of Updated Certification Process as an example of an effective organization practicing continuous improvement).
This topic is very fresh in my mind for several reasons: (1) yesterday [February 14, 2012] I participated in an IEA Conference session, Ergonomics Certification Around the World; (2) I've recently heard that IEA (the International Ergonomics Association) considers professional certification a critical aspect of the growth and influence of ergonomics; and (3) I've recently encountered fraudulent chiropractors, driving home the importance of professionalism in any credible field of practice. 
The word "certification" is used in a lot of different contexts, but there are distinct differences between the most common uses of the term:
  • Certificate: This is not certification; attending a course and receiving a certificate (of completion) is not certification.
  • Certification: This term is often misused to describe what is better understood as a certificate of completion. There are private groups that provide training, then claim to issue a certification. Don't be fooled. Sometimes, however, such organizations will go one step further and provide an exam, usually immediately following training that was tailored to that exam. Others may even do some follow-up work-product review. While this may technically fit some definitions of certification, the value and credibility of that certification in the marketplace rests entirely on the strength and rigour of the examination and review process, and upon the market's recognition and respect for that organization. There is nothing wrong with this type of certification, but it should not be confused with professional certification. Do your homework before pursuing these types of certificates or certifications, and recognize that the easier it is to attain, the less rigorous it will be, and the less value it will bring you in the marketplace.
  • Associate Certification: This is usually a certification designation that is offered by a certification body that also offers professional level certification. It can either be a level of certification that demonstrates that the candidate has acheived a defined level of competency in a given field, but that he or she either does not practice in that field on a full time basis, or that he or she practices with or under the direction of a professional level certified individual. Associate certification may also be designed as a stepping stone to a professional certification as an individual progresses in a field of practice. Associate certifications should include the same process rigour and ethical requirements as professional certification, but require a lower level of knowledge and experience than the professional level.
  • Professional Certification: This requires a rigorous evaluation process, and it requires an organization whose sole focus and goal is to ensure that the people to whom it issues certification designations have demonstrated a defined minimum level of competency and experience in a given field of practice. It also requires adherence to ethical codes of conduct. It should not be "easy" to achieve professional certification through organizations that establish strong, credible professional certification systems. Professional certifications must also incorporate requirements that a certificate holder remain active and continue to learn and stay up to date in their field (this is often called recertification, or continuance of certification).
There is no doubt that someone can be very competent and ethical in a field of practice, yet not be certified. We all know examples of such people. And there is no guarantee that someone who has achieved professional certification will actually practice in a competent or ethical manner. We all know examples of that, as well. However, a good certification system should "raise the bar" for practice, continually improving and updating its requirements to match the needs of the marketplace and the state-of-the-art in the field of practice. It must also not stifle innovation, but instead allow the field to mature and meet the ever changing demands of the marketplace.
Professional certification should not be a system devised merely to protect those who have achieved it from their competition. Instead, it should be inclusive, yet also exclusive, in that there will always be some candidates that are unable to meet the requirements. 
If you are not certified at some level in ergonomics, I strongly encourage you to do so within your interests and your means. If you already have some form of ergonomics-related certification, I encourage you to seek a higher level certification. If you are already certified at a professional level, I encourage you to review the credibility of the organization that certified you and make sure it meets the requirements of true professionalism. If you are certified by a credible certification body that maintains a rigorous certification system, I encourage you to get involved and help that organization continually improve. 
Embrace certification for yourself, for your profession, but most important, embrace it for the public we serve and protect.
[Follow-up note: If you've ever considered pursuing professional certification, BCPE's upcoming Pilot Exam offers candidates a substantial discount.]

Copyright (c) 2013 Ergoweb Inc. Used by permission.

John Wilson, a great ergonomist has left us

John Wilson nos ha dejado... 
Fue un profesor, un colega, un amigo ... un luchador contra la guerra de Malvinas...fue un ergonomo inglés
Muy triste de haberlo perdido, y contenta de haberlo conocido

Michelle

*******

Dear Colleagues,

The IEA was saddened to learn of the passing of John Wilson on July 3, 2013.  John was a long time and active member of the IEA Council and was a co-author on the Future of Ergonomics paper that many societies are using as a road map going forward.  John was Professor of Human Factors at the University of Nottingham, UK where he had worked since 1983 as well as working part-time at Network Rail since 2008.

Our gratitude for all that John contributed to the ergonomics community and our condolences go out to his family and the IEHF.  Should you wish to send a message to his family, a webpage has been set up at http://profjohnrwilson.wordpress.com/

Warm Regards,

Margo

Margo Fraser, M.Sc., CCPE
Vice-President and Secretary General
International Ergonomics Association

Video cameras won´t help prevent accidents in Argentina´s railway system

I hesitated a lot to write this note, but I just feel that if I don´t do it, I won´t contribute from my perspective to accident prevention, whether they concern train, plane or other means of transportation.
In Argentina, a phenomenon occurs very similar to the rest of the world: there are many specialists in understanding the human causes of accidents who can intervene directly in transport organizations to improve systems and prevent future accidents. These ones only appear when a judge comes up with the unusual idea to consult the guide university researchers, very occasionally, and only in the stage - less productive in terms of prevention - which is investigating the crash, which occurrs after the deaths of innocent passengers and bystanders. Therefore, there are a few specialists who are not consulted "before" but only after the accident, which puts us in a very unproductive situation in terms of prevention. The worse is that in general we are not requested. I work in the UTN, I run a specialization in Ergonomics and it´s well known I am specialized in industrial risk management, and yet I don´t recieve any consultation, neither do my colleagues from other universities, despite sending letters, offering our services and help, even in my case, for free.
So I think, therefore, by the absence of a qualified vision on what are the mechanisms of causation of accidents involving human decisions, particularly in our country, the situation will become more serious. Because people do not understand the complex phenomenon, and perform "repairs" of problems that are not well posed, which do not correspond to workers reality involved in accidents. Hence the recurrent accidents, violent manifestations of users, the violent demonstrations of workers, unions, etc.. If nothing is done to understand the genesis of these accidents seriously, this situation will continue, in the chaos, "on the road to death" every day. Of course I do not think the point of view of science is by itself sufficient to reverse this trend to chaos, but I think if we could add our view to a "preventive" project , others might be the conclusions of the diagnoses made, and others could be the designed road maps. Let me explain this idea.
What specialists in human behavior in risky situations study is an intangible that escapes to video cameras per se ... what we study is what workers live day to day, which can not be explained in three sentences... we study the moments when they should get away from the rules and run the transportation system ... another thing is safety and how they take it into account in the deviations ... Workers today in Argentina are constantly navigating a world that went off the "normal" rails, initially intended or designed by the engineers (aeronautics, rail, roads, etc..) ... the system itself is derailed, it has migrated as Rasmussen has explained long time ago... workers activity is oriented to achieve, within that Derailment widespread (systems don´t work as well as they have been designed, tehy need to be operated in a degraded mode: non-functioning traffic lights,  non-functioning signal lights on roads,  non-functioning systems to guide pilots on their flights, etc..) as less errors as possible and decide if work is acceptable under these conditions. Motorman often do not start to work because they are against the safety conditions provided by the companies ... then the problem becomes facing the users rage, so that´s how the workers live in hell ... That's why some of them do they job anyway, even against safety rules ... some of them certainly do so because there comes a point where they deny the risks through psychological defenses, the same that fighter pilots or construction workers develop, as we can understand by reading Christophe Dejours´s texts and clear explanations.
My point is that what the cameras let you see is the visible side of worker´s activity, what is observable from the outside, the deviations with respect to the written rules that we know can not be met if we are purists, because in that case not a single plane would take off, not a single train or truck would work ... and again, that happens here in Argentina, but also in many industrially developed countries ... the phenomenon here is increased by the lack of planning in the design or purchase of technology, reaching basic contradictions in the technologies used to deliver the services. The other day a member of the staff of the railway union commented how different rail train parts are purchased from diferent suppliers - for the same train! - and so how we have trains monsters combining technologies that are not 100% compatible, generating potentially serious incidents ...
Thus we have in the market a patchwork of technology that combines different designs, with different logics, that workers must transform into instruments using them very different ways from those wirtten in their operating manuals ... and of course this deviated activities hace their own risks ... and are not infallible creative activities of workers, this "quick fix" has its limits ... but who begins to fix quickly? workers as motorman, pilots, truckers? Or are there also maintenance mechanics and especially line managers involved in the quick fix process? The most advanced theories of accidents take into account organizational factors and resilience as mechanisms to understand causes of accidents ... these models address the involvement of managers in the decisions concerning the technologies that must be used and maintained by workers to transport passengers safely.

If we put cameras in "end workers" workstations as suggested recently by Argentina´s government, we won´t not necessarily understand what explains their deviations with respect to standards. On the other hand, we will not understand what others upstream workers in the system have done to contribute positively or negatively to generate the poor working conditions of the end workers. We will not understand if a bad decision concerning the  maintenance signaling system malfunction was involved or if the decision of a manager in charge of financial decisions of the company decided not to invest in repairing the signs. We will not know anything about what end workers (pilots, motorman, truck drivers) do every day to keep, under these degradated conditions, the trains working as safe - or as less unsafe- as possible. We won´t understand anything. We will "see" everything, but won´t understand much. In any case, if we had to put cameras somewhere, we should start putting them in the offices of those who decide the working conditions of end workers, of drivers, pilots, motorman. We would not understand much, but at least we would be looking at the work of those in charge of the economical and technical decisions concerning system´s safety, not only on the workers that have little power and leeway to change that reality.

Las cámaras no van a servir para prevenir accidentes

Dudé mucho en escribir esta nota, pero es que siento que si no lo hago no habré contribuido desde mi lugar a la prevención de los accidentes de transportes, ya sean éstos de tren, de avión o de otro tipo de medio. 
En la Argentina ocurre un fenómeno muy semejante al del resto del mundo: no existen muchos especialistas en comprender las causas humanas de los accidentes capaces de intervenir directamente en las organizaciones de transporte para mejorar los sistemas y prevenir futuros accidentes. Solo aparecen, cuando a algún juez se le ocurre la idea inusitada de consultar la guía de investigadores universitarios, muy de vez en cuando, y solo en la etapa menos productiva en términos de prevención que es la investigación del accidente, una vez ocurridas las muertes de inocentes pasajeros y transeúntes. Osea, los pocos especialistas que existen, no son consultados "antes de" sino tras el accidente, lo cual nos ubica en un lugar poco productivo en términos de prevención. Lo más grave es que en general no somos solicitados. Yo trabajo en la UTN, dirijo una especialización en Ergonomía y se sabe que me especializo en gestión de riesgos industriales, y así y todo nadie consulta. Ni a mi ni a mis colegas de otras universidades. No nos consultan a pesar de haber enviado cartas de presentación, ofreciendo nuestros servicios y ayuda, incluso en mi caso, gratuitamente. He enviado una propuesta para integrar la comisión de investigación del accidente de Castelar, y no hay feedback positivo. Solo se integran a los ingenieros que comprenderán los fallos humanos como un no respeto a las reglas técnicas, no habrá otra mirada sobre el asunto. 
Creo entonces que, por este motivo, por la ausencia de una mirada calificada acerca de cuales son los mecanismos de la causalidad del accidente que involucran las decisiones humanas, en particular en nuestro país, la situación será cada vez más grave. Porque no se comprende el fenómeno complejo, y se realizan "reparaciones" de problemas que no están bien planteados, que no corresponden a la realidad de lo que viven los trabajadores involucrados en los accidentes. De ahí los accidentes recurrentes, las manifestaciones violentas de usuarios, las manifestaciones violentas de trabajadores, de gremios, etc. Si no hacemos nada por comprender la génesis de estos accidentes seriamente, seguiremos así, en el caos, en el camino a la muerte día tras día. Claro que no creo que la mirada de la ciencia sea por si misma suficiente como para revertir esta tendencia al caos, pero creo que si nos sumáramos al proyecto "preventivo", otras podrían ser las conclusiones de los diagnósticos efectuados, y otras podrían ser entonces las vías de solución. Me explico.
Lo que estudiamos los especialistas en comprender las conductas humanas en situaciones de riesgo es un intangible que escapa a las cámaras de video per se... lo que estudiamos es lo que viven los trabajadores dia a dia, lo que no es posible explicar en tres frases, lo que genera que por momentos deban salirse de las normas y no respetar algunas señales si lo que deben hacer es hacer funcionar el sistema de transporte... otra cosa es la seguridad... Los trabajadores hoy en día en la Argentina están constantemente navegando en un mundo que se fué de los carriles de la "normalidad" inicialmente pensada o diseñada por las ingenierías (aeronautica, ferroviaria, vial, etc.)... el sistema en si mismo está descarrilado... la actividad de los trabajadores consiste en lograr, dentro de ese descarrilamiento generalizado (no funcionan los sistemas como se los ha pensado, funcionan en un modo degradado: no funcionan los semáforos, las luces de señalización en vías, los sistemas para guiar a los pilotos de avión en sus vuelos, etc.) cometer la menor cantidad de errores y decidir si trabajar es aceptable en esas condiciones. Muchas veces no salen los motorman porque están en contra de las condiciones de seguridad brindadas por las empresas... luego el problema es enfrentar a los usuarios, y los trabajadores viven en un infierno... Por eso es que intentan subir igual a los trenes y llevarlos... otros subirán porque ya llega un punto en que niegan gracias a defensas psicológicas, cual piloto de caza o obrero de la construcción, los riesgos a los que se exponen... esto lo pueden comprender leyendo los textos de Christophe Dejours que lo explica tan bien. 
A lo que voy es que lo que las cámaras permiten ver es lo visible de la actividad, lo observable desde afuera, los desvíos con respecto a las normas escritas que sabemos no se pueden cumplir si somos puristas, porque en ese caso no saldría ni un solo avión, ni un solo tren, ni un solo camión... y repito, eso ocurriría aquí en la Argentina, pero también en muchos países desarrollados... aquí se incrementa el fenómeno por la falta de planificación en el diseño o compra de la tecnología, habiendo de entrada contradicciones básicas en las tecnologías que se usan para brindar los servicios. El otro día comentaba un representante del personal ferroviario cómo se adquieren partes de los trenes comprándolas a un proveedor, otras - del mismo tren!- a otros, y así llegamos a tener trenes monstruos combinando tecnologías que no son 100% compatibles, lo que genera incidentes potenciales graves...
Así llegamos a tener en el mercado un patchwork tecnológico que combina retazos de diferentes diseños, pensados con diferentes lógicas y que los trabajadores deben transformar en instrumentos usándolos de modos muy diferentes a los que figuran en sus manuales... y claro que esto conlleva sus riesgos... no son infalibles las actividades creativas de los trabajadores, el famoso "lo atamos con alambre" tiene sus límites... pero quién comienza a atar el alambre? son solo los trabajadores como los motorman, los pilotos, los camioneros? O son también los mecánicos de mantenimiento y sobre todo los responsables jerárquicos de estos técnicos? Las más avanzadas teorías de los accidentes hablan del factor organizacional y de la resiliencia como mecanismos a comprender antes de diagnosticar causas de accidentes... entre otras cuestiones abordan la participación de los gerentes en las decisiones acerca de las tecnologías que deben utilizar y mantener los trabajadores para lograr transportar a los pasajeros en forma segura.
Si ponemos cámaras en los puestos de "final de línea", de los conductores de los transportes, no comprenderemos forzosamente lo que explica sus desvíos con respecto a las normas. Por otro lado, no comprenderemos lo que otros trabajadores rio arriba en el sistema han hecho para contribuir positiva o negativamente en generar las malas condiciones de trabajo de ese usuario final. No comprenderemos si se trató de una mala decisión de mantenimiento que hizo que el sistema de señalización funcione mal o si directamente la decisión de un gerente a cargo de las decisiones financieras de la empresa decidió no invertir en reparar las señalizaciones. No sabremos nada acerca de lo que hacen todos los días los trabajadores para impedir que, en esas condiciones, los trenes dejen de funcionar y lo hagan del modo mas seguro - o menos inseguro - posible. No comprenderemos nada. Lo veremos todo, pero no comprendremos mucho. En todo caso, de poner cámaras, habría que comenzar poniéndolas en las oficinas de quienes deciden las condiciones de trabajo de los conductores de medios de transporte y de quienes los mantienen. No entenderíamos mucho, pero por lo menos estaríamos observando el trabajo de quienes tienen el control del sistema en sus manos, no el de los trabajadores que pocos márgenes tienen para cambiar esa realidad.