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Malas y buenas practicas ergonomicas

En la ADEA tenemos un gran desafío, y es el de delimitar lo que podemos considerar una buena práctica de la Ergonomía, de la que no lo es.
Es un trabajo ingrato, pero que garantiza la confiabilidad en las contrataciones de dichos profesionales ergónomos. Esta práctica es la que realizan los diferentes colectivos cuando aparecen personas sin las credenciales suficientes para el ejercicio de la profesión y en pos de una defensa de los que trabajan seriamente. Es ingrato, pero debemos hacerlo. Y lo estamos haciendo desde la Comisión de Certificación de la ADEA, junto a mis colegas Gabriela Cuenca y Roxana del Rosso.
Este grupo no se erige en jueces de sus colegas, sino que establece estándares internacionales y arma dicha certificación conforme a lo que se realiza en otros países, y que esta integrado en las recomendaciones de la Asociación Internacional de Ergonomía.

Que es lo que deberíamos evitar en este trabajo de relimitación?
Por qué creemos que es importante realizar esta certificación?

Porque entendemos que hay un doble riesgo, el primero se traslada directamente sobre las organizaciones y el segundo sobre la Ergonomía misma. La Ergonomía como disciplina ofrece una prestación en respuesta a los problemas de salud, seguridad y eficiencia que viven las organizaciones. Si personas no calificadas se ponen a practicarla, en términos generales su paso deja malas experiencias en los contratistas del servicio: no se realiza un trabajo integral y solo se mira y valora el problema. Y eso no es Ergonomía.

Hoy en día la práctica ergonómica no está controlada por profesionales; solo ofician de control los comentarios de quienes nos contratan, lamentándose por el paso del profesional que los aconsejó antes. Cuando una empresa contrata a un ergónomo sabe que tiene un problema y el ergónomo debe ir más allá del problema evocado, planteando otras formas de entenderlo, para poder superar la propuesta del contratista y ayudarlo.

Sin el control profesional, el riesgo para los contratistas es que se les ofrezca algo insuficiente y sobre todo que deje más problemas que los que había antes de la consulta, porque el ergónomo cuestiona de un cierto modo el trabajo de los operadores y de los conceptotes, y esto nunca tiene un costo nulo para nadie. El arte del ergónomo es lograr que ese cuestionamiento sea constructivo, no hiera susceptibilidades y que se aprenda entre todos para superar el problema inicial. Estas competencias se adquieren con el tiempo, con la formación, con la experiencia y con los fracasos ante los intentos de trabajar con los contratistas. No se improvisan las respuestas. Estudiamos y practicamos esta profesión que nos demando mucho tiempo de formación teorico practica para lograr un nivel de performance adecuado. No es facil nuestro trabajo y no se reduce a la aplicación de ecuaciones ni de recetas magicas. El costo es alto cuando las respuestas no existen: los clientes pierden dinero, los trabajadores no obtienen los resultados esperados, todos los actores del lado del cliente quedan frustrados.

El segundo riesgo es para la Ergonomía misma, pues su aporte se ve desdibujado, por la interferencia de gente que cree que la Ergonomía en su practica es solo el uso de herramientas de análisis, y es ahí donde comienzan a producirse los errores con consecuencias importantes para la empresa pero también con relación directa para los profesionales ergónomos que trabajamos con metodologías y en base a modelos de análisis múltiples, combinables, adaptables a cada caso. El empresario que contrata a un falso ergónomo desconfiará de contratar otro o directamente no volverá a contratar a expertos en esta disciplina. Esto es una puerta que se cierra y una mala prensa para la profesión.

Un ejemplo : una persona de mi mas alta confianza, que coopera con un ergonomo en un proceso de diseno de un artefacto me comenta recientemente : "me llega un informe de parte del ergonomo que es la transcripcion de nombres famosos y de cuadros textuales de normas ; no propone nada y se limita a una vision fisica del operador ; en ningun momento analiza la relacion con el trabajo. Solo habla de la importancia de estar comodo. Dice "esta silla cumple con la especificacion requerida", especificacion que nunca enuncia, por otro lado."
Creo que en este ejemplo vemos lo que no hay que hacer. Mas alla de si estamos o no de acuerdo con la corriente de la ergonomia de la actividad, es necesario un minimo analisis de la situacion de trabajo del operador para el cual se piensan los medios de trabajo, independientemente de lo que dicen las normas sobre el confort postural ideal en una situacion referencial de base... El trabajo del ergonomo justamente es el de ver en que medida esas normas son transferibles o no a la situacion estudiada...
Por otro lado, esta persona no responde a las necesidades de un proyecto : se limita a dar recomendaciones cerradas, sin intervenir en el proceso de diseno junto al disenador acompanandolo en sus decisiones en tanto que co-disenador... esto es un problema tambien, que la ergonomia ha resuelto hace mucho tiempo... por que seguir practicando de este modo un oficio que ha aprendido de sus errores pasados?

Claro que puede que no siempre se pueda acceder a trabajar con el diseñador y que muchas veces los pedidos de intervención para el ergónomo son hasta un punto del proyecto y después el ergónomo no se enteras como siguió el proyecto. Pero esto debe cambiar, en funcion de lo que la profesion desea hacer en los proyectos… debemos decir a las instancias que correspondan, que nuestro rol es el de acompanar en todas las fases del proyecto a los disenadores, y no solo en unas acotadas a la definición de cuestiones normativas…

Al hablarle de este tema, una colega me comenta en cuanto a si una silla cumple o no cumple con lo especificado: “es importante que se pueda regular este tema porque he estado presente en apertura de pliegos para la compra de sillas y han traído desde la silla de madera hasta la supersilla, es necesario armar un ‘pliego para cada silla una vez que analizaste el lugar de trabajo. El INTI hace análisis de las sillas y los vendedores de sillas necesitan de ese análisis para vender. Deben estar sujetas a normas no solo de calidad sino que hay normas de Ergonomía que explican por qué no puede tener una profundidad mayor a 43cm una silla que se usa para computadora.”
Estimados amigos, como verán, no es simple… pero esto es urgente: la Ergonomía en Argentina debe plantar los límites de las buenas practicas, sino no será …
Agradecimientos: a Gabriela Cuenca, por su tiempo, lectura y sus aportes a esta nota

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